miércoles, 11 de diciembre de 2013

MOTOR DE SANGRE

 

Saludos.

En la Gaceta de Madrid (más tarde Boletín Oficial del Estado o BOE), aparecía la siguiente noticia el 23 de mayo de 1900:

MOTOR SANGRE 19000523

Era la resolución a una instancia de la “The Seville Tranways Company Limited” (la Compañía de Tranvías de Sevilla), para sustituir los tranvías tirados por mulas por otros de tracción eléctrica.

El Decreto es largo y pormenorizado y por tanto lo dejaremos sabiendo que concluye autorizando ésa solicitud, en las calles que señala, con lo que podemos hacernos una idea de la zona en que comenzaron a instalarse los railes. Los raíles (que algunos hemos llegado a ver y en uso) y dicho sea de paso, eran trampas peligrosas para los ciclistas de los de alfileres en los perniles.

Hace ya algún tiempo, cuando leí ése recorte (que guardé primorosamente), lo que más admiración me produjo fue la expresión “motor de sangre” porque no hay conceptos más antagónicos: “motor” (engendro mecánico) y “sangre”, fluido vital biológico. No casa aunque luego, para algunos como yo, verán que tal vez si.

La definición es asombrosa por lo que evoca. 

Un poco más tarde, el diario El País de Madrid, publica esto:

El País-19001101-Gañotes

Miren por donde, la picaresca “oficial” no ha hecho más que incrementarse con los años.

Ahora vean ésta imagen:

2013-2014 Comenzamosdenuevo

Hace pocos días, puede leer un tuit  de mi admirado amigo Ernesto López-Rueda que decía:

Los sevillistas ante la dificultad no decimos “paren, que me bajo” sino “paren, que me subo” y luchamos por nuestro Club.

Los retuiteé enseguida, por supuesto, porque en solo dos líneas resume toda una filosofía de vida. Una declaración de principios y finales como pocas y que nos mantiene ahí, vivos y hasta la muerte, desde hace 123 años. Gracias.

Pues tras los vericuetos que acostumbro, comprenderán que me estoy refiriendo a un hito en nuestra Historia, un momento en el que, parodiando a Ernesto, subirse al carro y aplicar ése motor de sangre que portamos en los genes.

Ciertamente que andamos un tanto desorientados; es verdad que los últimos acontecimientos nos han producido desórdenes internos de especial gravedad; es indiscutible que en la medida que queramos (con el apoyo inmisericorde de los “amigos” externos), los hechos de los últimos días nos obligan, una vez más, a apretar los dientes, a hacer un profundo ejercicio de introspección y, como dice la noticia, usar el motor de sangre.

Porque la sangre se compone de glóbulos blancos y rojos.

Y porque por mucho que modernicemos los transportes, lo único que nos mueve es la sangre. Y para electricidad el terreno de juego, los chispazos, las descargas de energía en forma de adrenalina en vena. El Gol.

Mañana tendremos otra oportunidad de sacar el motor de sangre en Freiburg (Friburgo, donde paseé no hace mucho de turismo y me encantó).

Mañana comenzamos de nuevo.

Quien ideó la campaña (no me importa porque me encantó en la medida que cada año me encanta comenzar de nuevo), jamás pudo llegar a imaginar que solo el 12 de diciembre (meses después de su puesta en circulación), tendría todo el sentido, que se haría plenamente efectiva, que llegara a ser un toque de rebato como pocos.

Mañana, con otro “primer sevillista” (con perdón porque para mí no hay desniveles entre el primero y el último, arriba o abajo), iniciamos el nuevo futuro en Alemania.

Mañana es el momento de poner el motor de sangre a las máximas revoluciones.

EscudoSevilla1º

Cuidaros.

SEVILLA F.C. DESDE 1890

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