sábado, 14 de abril de 2012

EL EQUIPO MULTIDISCIPLINAR

 

Saludos.

Es una de las varias formas que estuvimos considerando (y que utilizamos temporalmente), para definir al grupo que también se ha llamado “Guardianes de la Memoria” y que por razones seguramente sentimentales, es el que más se ha difundido, usado y se sigue usando entre los sevillistas.

Guardianes de la Memoria, Equipo Multidisciplinar, Departamento de Historia, Área de Historia… del Sevilla F.C.

Diez investigadores directos (y otros muchos indirectos), amparados en una masa social de primer orden, con un respaldo internauta soberbio, espectacular, envidia del resto de aficiones, colmando todos los rankings de valoración (en cantidad y calidad y por tanto, los más seguidos) de blogs de España entera y por encima, muy por encima de las demás aficiones, Incluso de las de los clubes mastodónticos con millones de seguidores y de los clubes pequeños con… también muchísimas decenas de miles de simpatizantes, supuestamente, en toda la Iberia. Incluso de éstos que lucen gloriosos medallas de aire y títulos de bien poco.

Arrasamos en, por lo menos, otro aspecto más: tenemos el mejor Equipo de Investigación del Fútbol Español. El mejor porque es el más amplio, el más dinámico y el más FIABLE.

Y tenemos un Club que ha sabido valorar lo que de importante tiene el respeto debido a la Historia propia, a la Grandeza, a la Verdad de lo hechos pasados y a la consideración de los cimientos que nos han traído, 122 años más tarde, al día de hoy.

“La historia del Sevilla es limpia y diáfana, libre de toda mácula, llena de esfuerzos y sacrificios".

"Todos los hombres de cualquier nivel social, ideas religiosas o políticas tendrán aquí cabida"

Pues éste Equipo Multidisciplinar (que es, entre otras cosas, una definición perfecta en tanto que nos reunimos de diferentes formaciones y que tenemos un dominio pleno de lo que hacemos), tiene, entre otras, ciertas virtudes y las respeta siempre.

No somos perfectos, en absoluto, pero hemos tratado desde el principio de cimentar nuestros trabajos sobre PRUEBAS, HECHOS y EVIDENCIAS y en la medida de lo posible, de la mayor cantidad a las que hayamos podido tener acceso. Todas son pocas y siempre aparecerán otras nuevas, por lo que jamás diremos que TODO se ha mostrado porque no somos jactanciosos hasta ése extremo ni tenemos ni tendremos nunca TODA la información.

La tan mal contada Historia del Fútbol Sevillano (para nosotros y considerando la supremacía ejercida en los medios durante décadas y desde otros colores), nos obliga a caminar con paso seguro y no aventurar, nunca lo hicimos, cuestiones que no podamos probar. Pero si logramos reunir suficientes datos como para revertir una mentira histórica, sin apelación posible, lo decimos, lo mostramos y lo contamos para orgullo propio y para señalar, no se olvide, a quienes urdieron las falsedades y sus cómplices, los que pretenden continuar el engaño.

La imaginación no tiene límites ni fronteras y si pretendemos ser serios en nuestro trabajo, hay que dejarla aparcada para momentos de relajación con los amigos. En el trabajo, en nuestro trabajo de INVESTIGAR, solo cabe la certeza y el apoyo documental que la respalde.

Cuando se nos pretende ridiculizar desde un determinado foro (y por ende, al Sevilla F.C. que es, no lo olvidemos, el trasfondo de todo esto), porque pudiera suceder que se nos haya escapado una prueba, un documento, el autor olvida que entre otras muchas cosas, nosotros les hemos “regalado” bastantes sobre ellos mismos, que les hemos “orientado” en su propio pasado y que aún tienen muchísimo trabajo para certificar algunas afirmaciones (sin documentos), que muestran orgullosos y sobre las que, supuestamente, se cimenta su Club. Tienen bastante que buscar y encontrar todavía para estar, mínimamente, a la altura que pretenden colocarse. No digamos para comparar porque no hay caso.

Lo que sorprende de ése foro, en el que se pueden leer a los más serios y respetados investigadores de aquel lado, es que hayan saltado a la defensiva ANTES de conocer los fundamentos de la “acusación”. En términos coloquiales sería “poner el parche antes de que salga el grano”. O dicho de otro modo: “me declaro inocente de un delito por el que aún no he sido acusado y sin conocer los términos por los que puede que se me acuse”.

Y aunque se reconozca que aún no se haya leído el libro de Enrique Vidal “Caso Antúnez. Mas allá del honor”, no deja de ser significativo que lleve ya algún tiempo intentando tapar las grietas. ¿Adivinaba lo que se le venía encima? ¿Es miedo a qué?

Sorprende aunque no tanto porque como es tradición en ésa parte, se lanzan al ruedo antes de comenzar la corrida, antes de tener las evidencias, antes de mirar las pruebas, antes de todo… y todo queda.

Y los corifeos esperando que nos comportemos como ellos, sin cortarse, acusando, previamente, de algo que aún no han comprobado, de las tácticas que ellos saben usar como nadie (mentiras, ocultaciones, falsedades, manipulaciones, etc) ANTES de ver los documentos.

Siempre ANTES.

¿Ven la diferencia? ¿Ven las distintas definiciones? ¿Ven que la Historia continúa y que a pesar de la buena voluntad para elevarlos al grado de contrincantes dignos aún siguen ejecutando la tradición de propagar porque todo queda? Mentir repetidamente, que decía aquel, YA no lo convierte en verdad.

Con éste éste texto…

“Una de las repugnantes características del totalitarismo político es su afán de catalogar a todo el mundo. Por obra y gracia del comunismo hoy en el mundo no hay más que dos clases de personas: las fascistas y las comunistas. Antes había muchas cosas más, incluso había quien no era de nada. "Yo no soy de nada", nos decía un vecino, dejándonos patidifusos. Realmente era un hombre extraordinario, al que no hacían mellas los discursos de los líderes, las monsergas políticas de la radio, los periódicos, los prospectos, los carteles, los manifiestos... Era una lluvia demasiado densa para no mojarse. Sin embargo, convengamos que hace veinte años todavía había seres extraordinarios, con hermosos paraguas de apoliticismo. Hoy en día raro es más encontrarse en la calle un apolítico que con una jirafa que se escape del parque del circo.
Por si alguien dejara, sin embargo, de ser más o menos simpatizante de tal o cual bando, está ahí la radio soviética, que se encarga de clasificarlo todo. "Usted es fascista. Usted no". He aquí el grito continuo de la radio moscovita. Pero no se conforma con señalar a las personas. Para Radio Moscú son políticos hasta las moscas, las comidas, los troles, los paseos a deshora, las ropa interior y los clubs de fútbol. Así, por ejemplo, deben saber los sevillanos que Radio Moscú se ha ocupado del caso Antúnez, que ha calificado de maniobra fascista del Sevilla, el club de los capitalistas,  que trata de oprimir al club de los pobres. El Sevilla es el club fascista, y posiblemente el Betis es el antifascista. No deja de ser original y revelador. ¡Y yo que no me había enterado¡ Esto es aproximadamente lo que dirá usted, sevillano, que me está leyendo, porque eso es lo que dije yo. Esta revelación es, además, de un gran valor práctico. De ahora en adelante cuando tenga que enterarme de algo muy próximo, tal como a qué hora se levante la vecina Juana, o en qué lugar venden los calcetines a precios módicos, o quién es el verdadero autor de una obra que se estrene en el Teatro San Fernando, prescindiré de los carteles de anuncios, de los periódicos y de los informes que personalmente me puedan dar. Buscaré el receptor de la Radio Moscú. Está perfectamente enterado de todo. Siempre lo estuvo. Como cuando decía que los rojos españoles habían ganado la guerra, pese a que los soldados de Franco se paseaban por las Ramblas de Barcelona. O como cuando afirma que los rojos de las sierras de Huelva y de Sevilla tienen cortadas las comunicaciones principales de Andalucía, y se hallan, en triunfal avance, en los mismos arrabales de Madrid.”

…extraído del Diario Sevilla de 1946, se nos pretende acusar, al Equipo Multidisciplinar, de no haber reunido “todas” las pruebas y sobre un punto concreto: Radio Moscú.

Y eso lo saben ANTES de haber leído el libro. Curioso.

Pero es que además y si leemos atentamente ésos párrafos, ocurre que como PRUEBA es escasa. Nula. No hay texto original, no hay fuente, no hay base periodística en la que apoyarse porque el autor no revela de dónde extrae el conocimiento para afirmar que Radio Moscú dijo eso. No hay nada. Puede que lo escuchara en el bar. Puede.

De hecho, todo el artículo es una pura mofa (aunque llame la atención por haberse publicado en la fecha que se dice y en tiempos en que se sitúa) a la supuesta “veracidad” y “fiabilidad” de la emisora comunista.

Coloca la pretendida noticia del “Caso Antúnez”  entre el montón de tonterías con las que animar a los propios. Le da la misma credibilidad, es decir, ninguna. Para variar.

En cualquier caso y fuera de contexto, Radio Moscú tuvo siempre el mismo respeto que la Radio Nacional de España de Franco. El mismo.

Y esto, ésta burla irónica a los propagadores de mentiras sin fundamento, hay quien la considera PRUEBA de que Radio Moscú habló de las injusticias de un Equipo de la Primera División española frente a otro de la Segunda. Eso, además, muy pocos años después de que se perpetrara el golpe de estado fascista y de las implicaciones personales y directas de tantos y tantos directivos de un color que miren por donde, no era el Sevilla F.C.. Con nombres y apellidos, insisto.

En apenas siete años, muchos se transformaron y en viendo la luz, se hicieron comunistas.

Pues eso, que seguiremos escupiendo para arriba y sin que se nos ocurra pensar que “escupir para arriba” es mucho mejor que “vomitar hacia arriba”. Es una cuestión de cantidades y volúmenes. Y apesta mucho menos.

Cuidaros.

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